Jericoacoara es una playa ubicada en el nordeste de Brasil,a 300 km de Fortaleza, en el estado de Ceará. Hace poco más de 15 años era un aislado pueblo de pescadores sin ningún contacto con la civilización moderna.
No había carreteras, electricidad, teléfonos, TV, diarios y, el dinero casi no era utilizado, pues el comercio era basado en el intercambio del pescado por mercancías. En 1984, el lugar fue declarado área de protección medioambiental por ley federal.
Aunque el turismo haya llegado al lugar a causa de su estupenda belleza, todavía mantiene el estilo apacible de vida. A causa de la ley EPA está prohibido cazar, contaminar, hacer carreteras y los edificios están limitados al área del pueblo y, tienen que mantener el mismo estilo arquitectónico. La iluminación de las calles viene de la luna y de las estrellas. Jericoacoara tiene más de una razón para ser considerado un paraíso. El lugar es un conjunto de escenarios distintos formando una bella y armónica combinación.
Hay varias actividades para el visitante, para satisfacer cada gusto. Desde caminatas tranquilas, o paseos a caballo, hasta deportes radicales, como windsurf o surf de arena (bajar sentado en una tabla). Jericoacoara ofrece varios puntos de interés turístico distribuidos por todo el área de protección ambiental, que juntos forman un conjunto impresionante de escenarios armónicos.
Entre las varias atracciones, la más famosa es la Roca Arqueada, un enorme portón de piedra esculpido por las olas. Ubicado en la Región Rocosa de Jericoacoara, esa parte de la playa empieza después de la playa Malhada, la primera playa al este del pueblo, fuera de la bahía. La playa Malhada es pequeña, con olas, buena para la práctica del surf y windsurf. Es también un lugar donde los naturalistas hacen nudismo.
La Región Rocosa se extiende 2 km por la costa, terminando en la Roca del Frade. Además de la famosa Roca Arqueada hay una infinidad de rocas con formas curiosas, así como cuevas y piscinas naturales.
Jericoacoara posee una posición geográfica muy especial, pues es la zona norteña más alejada de la costa del estado de Ceará, con el mar al este y al oeste, siendo una de las pocas playas continentales de Brasil donde es posible ver el amanecer y la puesta de sol, así como la salida y el ocaso de la luna. Es tradicional admirar la puesta del sol desde una gran duna en el lado oeste del pueblo, llamado Duna de la Puesta de Sol. Todos los días despues del ocaso hay un grupo de luchadores de capoeira que practica el arte en la base de la duna.
Para a quienes les gusta caminar, la costa oeste de Jericoacoara es excelente. Tras 5 km, usted encontrará Mangue Seco, un pequeño pueblo con un pequeño lago de agua fresca.
Una de las atracciones más impesionantes de Jericoacoara es la noche, debido a la belleza del cielo. Como no hay luces en las calles y la atmósfera es muy clara, el lugar es perfecto para observar el cielo.
Si usted va en el periodo de luna llena, subase a una duna y tendrá una visión que parece de otro planeta: dunas iluminadas por la luz de la luna y un mar de un plateado brillante, enmarcado por la silueta de las palmas, a lo largo de la costa. Si no hay luna llena, tanto mejor: basta con mirar desde cualquier lugar alejado de la iluminación artificial, verá el cielo más estrellado de su vida.
Estrellas de cola cruzan el cielo en todo momento mientras satélites de comunicación pueden ser vistos a simple vista.
Diviértase buscando la constelación del zodiaco.
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