Fue hogar de los índios Tupinambás y, último centro de la aristocracia rural. Sus construcciones coloniales adornadas con mosaicos, sus ruinas e iglesias seculares son una herencia del periodo de prosperidad durante la mitad del siglo XIX. Este periodo fue seguido de un descenso económico superado a inicios del siglo XX.
Con sus 300 casas y ruinas construidas alrededor de tres plazas y a lo largo de 8 carreteras principales y 10 calles secundarias, la ciudad de Alcântara acogió el régimen de patrimonio histórico en 1948 a causa de su valor histórico.
Pero Alcântara no es solamente un testigo del pasado de Brasil.
Desde los años 80, la ciudad también ofrece un ejemplo de moderna tecnología espacial – a 7 km de la ciudad hay una de la más modernas bases espaciales.
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